Federer y Djokovic cierran unas semifinales de ensueño

Roger Federer mantiene intactas sus opciones de adjudicarse su quinto US Open consecutivo tras imponerse en los cuartos de final a la gran sorpresa del torneo, el luxemburgués Gilles Muller, después de dos horas y 26 minutos de partido y tres sets (7-6 (5), 6-4 y 7-6 (5)).

Un Federer a medio gas fue suficiente para poner fin a la aventura del luxemburgués, 130 del mundo y verdugo del español Nicolás Almagro en tercera ronda, que venía de protagonizar una de las grandes sorpresas del torneo con su victoria sobre el ruso Nikolay Davidenko en los octavos.

Djokovic supo neutralizar el saque de Roddick
Por su parte Novak Djokovic superó a Andy Roddick por 6-2, 6-3, 3-6 y 7-6 (5) y pasó de ronda para conformar unas semifinales de ensueño, con los tres primeros cabezas de serie (Nadal, Federer y él mismo), y Andy Murray, que saldrá con número cuatro de Nueva York.

Si el servicio había sido el arma principal de Andy Roddick durante el torneo, el jugador de Belgrado supo neutralizarla a la perfección gracias a sus grandes restos que impedían al norteamericano dominar los puntos. Esto fue minando progresivamente a Roddick, que perdió hasta en tres ocasiones su servicio en el primer set ante un Djokovic que movía al norteamericano en la pista e imponía el ritmo que más le convenía, ya que la práctica totalidad de peloteos caían de su lado y cuando el de Nebraska decidía subir a la red era superado por los paralelos y cruzados de Nole.

Tras firmar un 6-2 en al primera manga, el partido estuvo más igualado, aunque Djokovic rompió el servicio de Roddick en el octavo juego y se apuntó la segunda manga por 6-3.

En el tercero, el jugador norteamericano recuperó el nivel de tenis que había exhibido hasta el momento en el torneo y forzó la cuarta manga ante el júbilo de la pista central.

Roddick tuvo sus opciones, pero Djokovic supo jugar el decisivo 'tie-break' mejor que el estadounidense, para conseguir la victoria y llegar a la semifinales en las que se medirá a Roger Federer, en una reedición de la final del año pasado.
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